Era todo un reto organizar la primera carrera de hinchables de Europa que había visitado las principales capitales de provincia españolas y, además, Alovera era el primer destino en Castilla-La Mancha en disfrutarla.

Un evento familiar que conjuga deporte, animación, música, ritmo y muchas ganas de pasarlo en grande era una buena manera de ir calentando motores para las fiestas.

Desde primera hora de la mañana todo el operativo comenzó a desplegarse para que 2km de calles de la localidad acogiera el recorrido y las diversas atracciones hinchables que le dan su potencial.

El Campo de Fútbol del Nuevo Tomillar acogía la salida de la prueba y la zona de acreditaciones y venta de entradas para dar paso a las diversas oleadas que han ido de forma progresiva saliendo a realizar el recorrido.

En el césped del campo de fútbol ya se podía disfrutar por los participantes de coreografías con los animadores que daban paso a juegos colectivo o espuma para unir a todos los grupos que paso seguido iban a disfrutar de la experiencia.

Cerca de cuatrocientos participantes pudieron disfrutar de un recorrido de 2km, a doble vuelta, con varias puntos de avituallamiento donde reponer fuerzas tras las subidas y bajadas que tenían que soportar.

Contaron con una gorra por cortesía del patrocinador del evento, Quabit Las Suertes, que acompañó con una carpa propia. Además al acabar recibían una taza conmemorativa y el regalo de una foto divertida en el photocall de la carrera.

Con esta propuesta la mañana del domingo en Alovera ofrecía a participantes y espectadores un marco ideal para unir diversión y dinamismo días antes de que comiencen las fiestas locales.

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